Nuestra historia
Empieza por casualidad como todas las historias importantes, por una pasión que Maurilio y yo, Rosella, tenemos en común para la naturaleza y las cosas genuinas.
En 2004 adquirimos la Granja Roccabianca con sus 16 hectáreas de tierra en parte de cultivo y con viñedos, avellanos y frutales, en parte cubierta por un bosque de castaños y nogales que se asoma sobre unos prados naturales para el forraje; en fin, un lugar un poco salvaje, en donde todavía podemos encontrar muchos animales de la selva como los corzos, las garduñas, los zorros y los tejones.
…Y la pasión se ha transformado en una hacienda.
Al empezar fue muy duro, porque nosotros sabíamos muy poco de agricultura, del cultivo de la vid y vinificación y de ganadería. Por lo que concierne hacer prácticas, tenemos que dar las gracias a Dorino, el antiguo dueño, que nació y vivió en la hacienda y que, con mucho pragmatismo, nos hizo de maestro y continúa con hacerlo y nos ha enseñado que la naturaleza tiene que ser protegida, favorecida y jamás estropeada.
Agregando a la práctica el estudio, las lecturas y los cursos de actualización hemos empezado con nuestro plan de recalificación del lugar.
Durante los años hemos reformado y extendido el viñedo: hemos añadido nuevas vides de barbera; la bodega se ha renovado, las plantaciones de árboles frutales con antiguas variedades de frutos se han recuperado y hemos conseguido la certificación biológica.
La granja está en obras.